Introducción
1. Proximidad y facilidad de visitas
Tener una residencia de mayores cerca del hogar facilita las visitas frecuentes de familiares y amigos, fortaleciendo los lazos afectivos y proporcionando apoyo emocional constante a los residentes. Esta cercanía permite una integración más natural en la vida cotidiana de sus seres queridos.
2. Continuidad en el entorno conocido
La posibilidad de que las personas mayores permanezcan en su barrio de toda la vida les permite mantener rutinas y relaciones establecidas, lo que contribuye a su bienestar emocional y reduce el estrés asociado a cambios drásticos de entorno.
3. Fomento de la integración comunitaria
4. Acceso a servicios y recursos locales
5. Fortalecimiento de la economía local
6. Facilita la transición y adaptación
7. Promueve el envejecimiento activo
8. Mejora la comunicación entre el personal y las familias
La proximidad facilita una comunicación más fluida entre el personal de la residencia y las familias, lo que permite un seguimiento más cercano de la salud y el bienestar de los residentes.
9. Incrementa la seguridad y tranquilidad de las familias
10. Fortalece el tejido social del barrio
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